os más pequeños de la casa obligan a llevar un ritmo frenético. Todas sus cosas deben de estar a punto un minuto antes de que las necesiten, por esta razón, lo padres deben pensar muy bien cómo organizar la habitación, de forma que puedan encontrar todas sus cosas al minuto.
Cuando aún son bebés, y hasta los dos años aproximadamente, un golpe de vista sobre el armario nos debe llevar al destino que queramos: un pantalón o un suéter, alargar el brazo y atraparlo al vuelo.
A esa edad los cambios se repiten con agilidad a lo largo del día: una mancha durante la comida, el gatear incesante o un balbuceo que no acierta a decir con agilidad la necesidad de ir al baño impiden que la ropa de la mañana llegue hasta la noche intacta.
PUERTAS ABIERTAS
Las nuevas tendencias de firmas centran sus propuestas en tonos coloristas y sin puertas, una manera más de decorar la habitación. No se preocupe porque la ropa tome polvo, no le dará tiempo. Procure colocar el armario al fondo de la habitación o en un costado con el fin de que no dificulte el paso. Los tonos claros o las maderas tratadas ofrecen un ambiente informal, cálido y limpio.
No tiene que angustiarse pensando que tener armarios de puertas abiertas le obligan a un orden pulcro y meticuloso. La propia actividad de la casa le hará mantener la organización que estime más oportuna y que no siempre coincidirá con la que establece en su propio guardarropa.
Será más sencillo si coloca la ropa por prendas: vestido con vestido; blusa con blusa; camiseta con camiseta; en lugar de por colores. Los diseñadores de prendas infantiles las perfilan lo suficientemente coloristas para que sea difícil establecer un orden por tonos. La parte baja del armario es ideal para utilizarla como zapatero. Es la solución perfecta bien mediante unas cómodas cajas o colocando los pares alineados.
PEQUEÑOS GRANDES
Poco a poco su bebé correteará por la casa y estará con ganas de ayudar y ser independiente. Una manera de motivar su iniciativa y aliviar la dependencia que tiene de sus padres es ayudarle a conocer dónde están sus cosas.
Armarios con cajones bajos, de puertas abiertas o cómodas de diseños divertidos convierten sus pequeñas obligaciones en un juego. Buscar el camisón o el pijama antes del baño nocturno; tomar las medias de la mañana o saber dónde se colocan las zapatillas de estar en casa son pequeñas rutinas que le hacen sentirse mayor e ir adquiriendo pequeñas responsabilidades.
TENDENCIA A ACUMULAR
El crecimiento de los niños es tan constante y diario que antes de que finalice una temporada parte de las prendas ya se le han quedado pequeñas.
Olvídese de acumular a la vista la ropa que ya no puede ponerle, liberará espacio, lo va a necesitar. Si piensa tener más niños: una caja y a lo alto del armario para que no estorbe.
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